Salvando la distancia, todo es perfecto. Tu pelo, tu risa,
tus “hola” y por qué no también tus “chau”. Ese sabor que tiene el abrazo tan
eterno, y a la vez tan efímero, sólo unos segundos y ya, otra vez de cara a la
realidad.
Por eso es que busco encontrarte en cada cosa que veo, en
cada piedrita de color que junto en la calle, en cada suspiro largo y profundo.
Busco, te encuentro, te revivo para mí. Te recreo, te reinvento.
Es que, salvando la distancia, el mundo no tiene barreras
para los sentimientos. Los ríos y los mares son charquitos, pequeñitos
pequeñitos, que de un solo salto se sortean, y se reducen a nada. Porque en
cada canto de pájaro estás, con un canto de “no me olvides” y cómo hacerlo, si
parece que todo es música cuando te veo. Sencilla, humilde, trabajadora
incansable creadora de sueños, de proyectos de vida que van y vienen, y me
arrastran a mí (indirectamente). A mí, que quiero destruir la distancia para
mirarte esta vez en serio, para desearte y que lo sepas, para que seamos.
Sentirte en la brisa del verano que se aproxima, verte
cercana y lejana a la vez, como el sueño tan real, palpable, pero inexistente
al momento en que nos arrebata la vigilia.
Salvando la distancia de un salto profundo, estando a salvo de
la distancia, refugiado en tus brazos, por fin en tus brazos.
Porque nacés y morís y vivís y llorás y reís –también amás,
temés, partís-en mi imaginación, que se alimenta de esas pocas veces que
logramos un encuentro. El resto es invento. Invento de mí hacia vos, de lo que quisiera
de vos y no tengo.
Salvando la distancia, hoy me toca revivir tus caricias
invisibles, recrear tus sonrisas inocentes, desear los sentimientos que no
pudimos transmitirnos, quién sabe por qué razón, pero quedaron dentro de nosotros.
De todos modos, amo revivirte para mí, acelerar mi pulso cuando te siento
mirándome, tomando mi mano, deteniendo el tiempo, solo para nosotros.
Es que, salvando la distancia, ya te siento como parte de mí,
te siento como eso que siempre sentimos que nos falta, para completarnos. Te
extraño, te vuelvo a ver, te revivo para mí, te vuelvo a extrañar, te reinvento.
Salvando la distancia, tal vez empecé a quererte."
UN CRONOPIO
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