La calma que precede a la tormenta la quietud previa al huracán una mano tímida que se posa en otra mano una mirada derribando los muros del miedo el beso que, como fuego, arrasa todo a su paso voces que eclipsan el mundo, haciendo que nada más importe. “Mel et lac sub lingua tua” miel y leche bajo tu lengua, desplaza todo de mí lo que queda de mí; con tu lengua de leche y miel convierte, por fin, esta soledad en frutos y paraíso Tu sabor dulce de fruta perfecta fresca de plena vida y amaneceres despeinada. Abrazar tu nombre cálido un perfume de caricias que todo lo envuelve tibia mirada nocturna que el sueño impide unos labios partidos, como de sal van buscando tu beso, miel bajo tu lengua Las manos también un símbolo mis manos que construyen, imaginan hacen música para vos, ayer la hicieron, hoy, aquí y ahora y seguramente la harán mañana evocación poética, ojos como galaxias Yo soy mis mano...
Algunos aman en amor la agitación como en el mar aman la tempestad (André Maurois)