La calma que precede a la tormenta
la quietud previa al huracán
una mano tímida que se posa en otra mano
una mirada derribando los muros del miedo
el beso que, como fuego, arrasa todo a su paso
voces que eclipsan el mundo, haciendo que nada más importe.
“Mel et lac sub lingua tua”
miel y leche bajo tu lengua,
desplaza todo de mí
lo que queda de mí;
con tu lengua de leche y miel
convierte, por fin, esta soledad en frutos y paraíso
Tu sabor dulce
de fruta perfecta
fresca de plena vida
y amaneceres despeinada.
Abrazar tu nombre cálido
un perfume de caricias que todo lo envuelve
tibia mirada nocturna que el sueño impide
unos labios partidos, como de sal
van buscando tu beso, miel bajo tu lengua
Las manos también un símbolo
mis manos que construyen, imaginan
hacen música para vos,
ayer la hicieron, hoy, aquí y ahora
y seguramente la harán mañana
evocación poética, ojos como galaxias
Yo soy mis manos
unas manos que te buscan.
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