Voy a anunciar mi suicidio Sabrán el arribo del día final En el que la pesada bruma deje de aplastarme Cuando los grilletes de la tristeza aflojen, por fin, su implacable mordaza. Al alba de la última jornada cuando sea definitivamente nulo el poco disfrute del que gozo Y el día y la noche el verano, el invierno, el ruido y el silencio me sean por completo indiferentes apagaré la última (y ya débil) llama He decidido dar fin al último acto, que el telón de la obra mediocre que fue mi vida se cierre, Deshabitada la sala, Oscuros los pasillos y que todo, finalmente todo, sea abarcado por la quietud insobornable de la muerte. Voy a anunciar mi suicidio No habrá ya espacio para el llanto Sólo lentas y cansadas campanas que resuenen en el llano anochecer Cuando el sol se apague en el horizonte se bombeará el último hilo de sangre y cruzará por mi rostro la última de las lágrimas, Como en ese juego de niños Basta para mí,...
Ahí están, al otro lado del mundo lejanos como montañas coléricos mares embravecidos que no entienden, y está bien que así sea, que permanezcan ajenos que no sean parte aunque suene egoísta. Miran distantes, tal vez hablen pero este es el límite murallas que se alzan, puentes que, por una vez, no se tienden es preferible que así sea. De este lado dos almas que se miran y miran la noche Existen en un cubo estrellado Íntimo. Dos manos que casi se rozan Titubean se acercan se repelen se vuelven a buscar Todo en perfecta calma Hora tras hora Engranaje del tiempo que lento rueda [La brasa del cigarrillo En tus dedos El humo que sale de tu boca Floral, denso, intenso] Solo espero y deseo que este silencio que hoy aturde y nos separa y nos somete y que no se quiebra, sea silencio mas no olvido como dice aquel poema. Que todavía me pienses un poco en este invierno mustio desde tu muralla en la noche estrellada, cuando los espectador...