“La voy a extrañar, sé que lo voy a hacer, sé que por más que me cueste admitirlo va a ser así, un ciclo que comprende extrañarla, pensar en ella, en lo bien que lo pasamos, en esas ganas de que no llegara nunca más la despedida, en maldecir al Tiempo y al Espacio por jugarnos esta mala pasada (y habérselo dicho a Ella entre madrugadas, besos y libros de Historia). Recordar cada segundo compartido, sentir todavía su olorcito a piel y a su perfume infantil; voy tratando de guardar dentro mío el sonido de su risa y el tono de su voz, la forma en que decía mi nombre y la manera (hermosa, por cierto) en que me llamaba para que me recueste a su lado, lo que no podía resistir aun con mi voluntad más firme.
Voy a extrañar todo eso, cada caricia, recorrer su figura con mis dedos en la noche, entre la oscuridad y nuestras charlas de sábanas calurosas, de miradas cómplices y sonrisas espontáneas, de historias de vida interrumpidas por un beso o que simplemente no llegaba a terminar de contar debido a lo que tan inocentemente Ella llama “memoria frágil”. sus enormes ojos, su pelo -de corte y color irregulares-; la forma en que nuestras manos y nuestras piernas se buscaban para entrecruzarse y luego sí 'hasta mañana mi amor, que descanses', su cabeza apoyada en mi pecho, con sus ojos cerrados, negándomelos de una forma tan dulce.. y estando ahí, me era imposible conciliar el sueño, estaba feliz, pero no de una forma que se puede explicar, sino una felicidad 'ad nutum', sin aditamentos, desnuda, feliz por la felicidad misma, y cosas por el estilo.
Ahora me queda volver a mi ciudad, con los míos, queriendo volver el tiempo atrás o queriendo que estés acá conmigo, como hace un par de horas, cuando la despedida y todo eso.”
y, flotando en mi mente, este fragmento de "El Principito" :
"No supe entonces comprender. Cometí el error de haberla enjuiciado por sus palabras y no por sus actos. Iluminaba y perfumaba todo mi planeta. Jamás debí haberla abandonado! Debí haber intuído su ternura detrás de sus ingenuas astucias. Las flores son tan contradictorias! Y yo... demasiado jóven para saber amarla."
UN CRONOPIO
Comentarios